AZOTADOS POR LA MIGRACIÓN DE DELINCUENTES



Por: Carlos Andrés Cotes Maya

Fecha: 25 de agosto 2020

Publicado por Diario El Pilón

 

 

De acuerdo con los últimos datos presentados por Migración Colombia, la población venezolana que habita en nuestro país ha tenido una leve reducción; desde el inicio de la cuarentena retornaron a Venezuela más de 95.000 voluntarios, ingresando por las zonas fronterizas de los departamento del Cesar, La Guajira y Norte de Santander. Se conoce que a la fecha existen más de 40.000 nuevas solicitudes tramitadas por extranjeros a la entidad migratoria, para poder regresar a su país de origen. 

 

El trabajo que realiza Migración Colombia para evaluar salidas, permisos; y para determinar las causales de expulsión y deportación de extranjeros, se rige bajo la Resolución 5797 de 2017 y el Decreto 1067 de 2015 expedidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores; instrumentos que le permiten al Estado preservar el orden territorial, con el objeto de mantener el respeto por la dignidad humana de nacionales y extranjeros. 

 

Estudios recientes realizados por diferentes universidades de Colombia, demuestran que no se presenta relación alguna entre la migración existente, y el aumento de los índices de inseguridad en el país. Sin embargo, los nuevos reportes policiales a nivel nacional, revelan la amenaza actual generada por bandas delincuenciales extranjeras especializadas en delitos por hurto, homicidio, extorsión, microtráfico y prostitución; situación que ha prendido las alarmas de las autoridades ante los sucesos registrados en distintas ciudades, donde Valledupar no escapa del problema. 

 

Todo parece indicar que las bandas delincuenciales procedentes del vecino país, penetraron en Colombia generando un ambiente de intranquilidad en la ciudadanía; dejando como resultados un alto índice de muertes violentas, conflictos y disputas por negocios ilícitos; escenario que ha venido afectando a más siete ciudades capitales del país, en su mayoría localizadas en la región Caribe.  

 

Importantes estrategias de seguridad ciudadana han sido implementadas recientemente por parte de la fuerza pública, arrojando como resultado la desarticulación de bandas delincuenciales, dirigidas por extranjeros que intimidan a los ciudadanos con armas sofisticadas, dificultad que comienzan a ser una amenaza para Colombia. Estos grupos estructurados que llegan de manera irregular al país, ingresan por más de doscientas trochas que se desprenden de los 2219 km de la frontera compartida con Venezuela; pasos que son controlados por la delincuencia.

 

Es indispensable que las instituciones del Estado que velan por el orden público, trabajen de manera articulada con las entidades territoriales y establezcan  compromisos precisos en la toma de decisiones que conlleven con la expulsión de ciudadanos de otros países que violen la ley colombiana por malos comportamientos; también se hace necesario se fortalezcan los canales de denuncias que permitan recopilar el material probatorio para que se determine ordenar captura y posteriormente cárcel para los delincuentes extranjeros que cometan delitos graves y alteren la convivencia ciudadana en el país, pagando su condena en Colombia.

 

Efectos de la tercerización criminal

Por: Carlos Andrés Cotes Maya

Fecha: 18 de agosto 2020

Publicado por Diario La Calle

 

Históricamente en el departamento del Cesar, en diferentes ocasiones han emergido determinadas estructuras al margen de la ley, con el objetivo principal de imponer control territorial y mantener la autonomía en su accionar delincuencial. Estudios demuestran que este tipo de coerciones han sido consideradas por los grupos organizados como apropiadas para la preservación de la economía ilegal y determinantes en el fortalecimiento de sus rentas; siendo fuentes de ingresos significativas utilizadas para patrocinar actos temerarios, que a su vez generan un impacto social que afecta la seguridad pública de la regiones.  

 

La tercerización criminal se considera un comportamiento propio de la conducta dolosa directa y eventual,  utilizada en distintas zonas del país por diferentes grupos ilegales, que intentan buscar diversas alternativas de expansión territorial, para demostrar el resurgimiento de su existencia en cualquier rincón del territorio. De tal modo, que su función se concentra en subcontratar y utilizar personas del común, por lo general sin ideologías políticas, llevando misivas de temor a los municipios, a través de panfletos intimidatorios e instalación de banderas y grafitis con mensajes alusivos, logrando concentrar miedo y preocupación dentro de la comunidad. 

 

Algunas veces el outsourcing criminal alcanza el resultado deseado por estas estructuras; consiguiendo sumas considerables de recursos por extorsiones y el desplazamiento inesperado de familias. Cabe destacar el trabajo de inteligencia realizado por nuestras Fuerzas Militares y Policía Nacional, desarticulando los diferentes planes empleados por estos grupos, que de manera inoportuna impiden el normal desarrollo social y económico de nuestra sociedad. 

 

El impacto que causan los hechos delictivos efectuados bajo la modalidad de la tercerización criminal, es relativamente negativo para la seguridad pública de la población. Hoy en día en el departamento del Cesar el delito por acciones subversivas ha sido controlado, gracias al trabajo realizado por la fuerza pública los dígitos desaparecieron en su totalidad de las estadísticas actuales; pero, la denuncias por extorsión crecen y presentan un incremento del 56% en comparación con las cifras registradas del año 2019. Y el secuestro aparece de manera ocasional en el sur del Cesar, dejando 2 víctimas raptadas en los últimos 8 meses.

 

Es recomendable que nuestra fuerza pública priorice con el gobierno departamental, la ejecución de programas de acción integral y comando situacional, para generar confianza institucional con la población civil. Sigue siendo importante que se fortalezcan las capacidades y el control de la inteligencia, para neutralizar hechos delictivos que afecten la armonía en la comunidad; estudios han determinado que  los lugares donde la telefonía móvil presenta una nula cobertura, las estructuras criminales algunas veces ejercen posicionamiento y control del territorio, por lo tanto se hace necesario reforzar el pie de fuerza militar en las zonas rurales donde se  presentan debilidades en las comunicaciones, implementando la red de cooperantes como herramienta fundamental para mantener una efectiva reacción por parte de las autoridades.

La trayectoria que utiliza la delincuencia


Carlos Andrés Cotes Maya

Fecha: 17 de agosto 2020

Publicado por Diario El Pilón

 

En el departamento del Cesar, las últimas estadísticas muestran que el delito por hurto a personas ha presentado una reducción del 30% con relación al año inmediatamente anterior; sin embargo, aunque las cifras actuales señalan una significativa disminución, las zonas urbanas y rurales de los municipios de  Valledupar, Aguachica, Codazzi, Bosconia, Curumaní, Pelaya, Becerril, La Jagua de Ibirico y El Paso; mantienen una activa presencia delincuencial, donde asaltantes conservan su poder intimidatorio utilizando armas blancas y de fuego para arremeter contra sus víctimas.

 

Según estudios realizados por expertos en criminalística, evidencian que los delincuentes en su accionar, mantienen identificado distintos ambientes hasta materializar el hurto; comprendiendo zonas residenciales, de recreación, lugares de trabajo, sectores comerciales, zonas industriales, fincas, colegios y universidades; espacios de la vía pública incluyendo rutas ciclísticas y áreas turísticas; terminales de transporte y zonas abandonadas.

 

Analizando la trayectoria que utiliza la delincuencia para cometer delitos de peligro, en algunas de las etapas del Iter Criminis, se ha revelado que el camino que recorre el delincuente es corto, desde su residencia hasta el lugar de los hechos, no supera 3km, siendo la motocicleta el medio de transporte más utilizado para cometer ilícitos. Por lo general los infractores más jóvenes cometen delitos cerca de sus casas, pues tienden a desconocer el territorio; de tal modo que el delincuente amplía la distancia de su desplazamiento, conforme con el avance de su edad. 

 

Profusos puntos de riesgo, como espacios de alto nivel delictivo, siguen persistiendo en ambientes que fueron utilizados por la delincuencia en épocas anteriores. Es relevante que las autoridades fortalezcan las estrategias de seguridad ciudadana como medidas para reducir los índices delincuenciales; diseñando planes de desarme en los barrios que colindan con zonas marginales; dotando de cámaras de seguridad de última tecnología a Valledupar y los demás municipios del departamento que no cuentan con este sistema de vigilancia y protección; gestionando recursos para mantener las recompensas y las autoridades puedan nutrirse de información privilegiada; realizar allanamientos que conlleven a la captura de los más buscados; diseñar canales de comunicación privada para que la ciudadanía denuncie actos delictivos; y aplicar el art. 170 del Código Nacional de Policía y Convivencia, en caso de solicitar asistencia militar para zonas urbanas críticas. 

 

Es esencial que estas estrategias se enlacen con políticas públicas en generación de empleo y atención a la población vulnerable del departamento, articuladas con Jornadas de Apoyo al Desarrollo, lideradas por Profesionales Oficiales de Reserva del Ejército Nacional, contempladas en las acciones estratégicas del V eje del Plan de Desarrollo Departamental del Cesar 2020-2023, con el fin de cubrir necesidades básicas comunitarias y contribuir directamente con la recuperación social del territorio. 

 

 

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