Reactivación económica, el reto de los alcaldes



Carlos Andrés Cotes Maya

Fecha: 14 de septiembre 2020

Publicado por Diario El Pilón

 

 

 

De los 37 países que conforman la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico Ocde, Colombia será el miembro con la tasa de desempleo más alta al finalizar este 2020, con una cifra estimada en 21%, manifestada con la pérdida continua de puestos de trabajo en todo el territorio nacional.

 

El municipio de Valledupar registra una tasa de desempleo de 24.3% superando la vigencia anterior que tuvo un cierre de 15.9%; el aumento significativo de 8.4%, ha dejado más de 45.000 empleos destruidos desde el inicio de la pandemia del Covid-19, con la posibilidad de seguir una racha ascendente en los meses venideros. Veo un escenario crítico y podría afirmar que hasta no llegar una posible vacuna las cifras no podrían mejorar. Es ahí donde juega un papel importante el direccionamiento que definan las autoridades municipales para afrontar con inmediatez la crisis, implementando estrategias de recuperación económica.

 

La propagación del virus se ha multiplicado y se acerca el pico más alto de la pandemia en el municipio; el desorden y la aglomeración de personas que infringen la ley continúan generado aumento excesivo de las cifras de contagios; situación que ha estimulado la crisis en los sistemas de salud. Mientras se siga poniendo en riesgo las medidas de autocuidado y no se respeten los protocolos de bioseguridad, el Gobierno continuará con las restricciones para permanecer en cuarentena; contexto que conlleva al atraso de la reactivación económica del municipio, empeorando nuestra economía; 

          

Gran parte de los recursos del presupuesto nacional de la próxima vigencia que sean aprobados por el Congreso de la República serían destinados para fortalecer la economía a través de iniciativas públicas y privadas, proyectos energéticos y de fortalecimiento agrícola. Tienen un gran reto los alcaldes en trabajar para la recuperación de los empleos perdidos y crear empresas; sino cuentan con el liderazgo para gestionar un peso ante el Gobierno,  pues iremos al abismo de la quiebra.

 

Hoy me pregunto, ¿que proyectos de reactivación económica ha priorizado el gobierno municipal de Valledupar desde el inicio de la pandemia? Es un interrogante que tal vez por ahora no me lo puedan responder, pero lo que si tengo claro es que el reto que tiene el alcalde es grande para que comience a reactivar la economía del municipio y genere más de 80.000 empleos.

 

Es evidente que el virus del desempleo, la pobreza y el hambre avanzan progresivamente, lo que podría desatar una creciente inseguridad alimentaria en muchos hogares; escenario complejo que, si no se atiende desde un enfoque transversal, estaría agudizando brechas de desnutrición, problemas de salud, e inseguridad y convivencia ciudadana, y estimulando directamente con la explotación laboral en distintas regiones del país. 

 

 

 

INTERNET PROFUNDA Y LAS ACCIONES DELICTIVAS



Carlos Andrés Cotes Maya

Publicado por Diario El Pilón

8 sept 2020

 

 

La internet profunda es una herramienta virtual poco conocida en nuestro entorno social, pero muy importante en el argot criminal, en la que circula una cantidad exuberante de información que ha venido conquistando terreno para fines delictivos. En esta web dirigida por expertos informáticos, se puede llevar a cabo la actividad ilícita que usted menos se imagina, con la alta capacidad de direccionar acciones desde el anonimato sin dejar rastro alguno.

 

Para la delincuencia, las nuevas tecnologías se han convertido en un instrumento esencial para perpetrar acciones delictivas y a través de la red profunda cuentan con el escenario fundamental para divulgar propagandas fervientes. Los chats, los foros, YouTube, las redes sociales, y los juegos, les permiten intercomunicarse de manera rápida con el mundo entero, dispersando la información con una mayor cobertura, con la facilidad de enviar mensajes alusivos, traducidos en varios idiomas con contenido multimedia a distintos países. 

 

En tiempos pasados, las estructuras delincuenciales se agrupaban desde un mismo sitio geográfico, de ahí se impartían ordenes para perpetrar acciones y movilizaciones. Hoy no es necesario que los insurgentes se encuentren físicamente reunidos, a través de la web se dan las instrucciones pertinentes, donde se establecen las jerarquías, y se envía información continua, con el firme propósito de seguir avanzando en la obtención del poder.

 

El uso de las redes sociales ha favorecido 100% a los grupos ilegales, donde el hacktivismo bajo sus principios políticos y sociales trabajan para estas organizaciones. No solo el contenido de la internet profunda es utilizado para la divulgación de la propaganda en la red, también está siendo aprovechado para fortalecer su financiamiento por medio del tráfico de pornografía, ataques cibernéticos, acceso a páginas relacionadas con suicidios y espionaje, ventas de pasaportes ilegales, sicariato, entre otros. 

 

En la actualidad, para declarar una guerra no es necesario enfrentarse y producir derramamiento de sangre, un ciberataque dirigido desde la plataforma invisible, puede causar daños físicos, teniendo la magnitud de poder dejar a oscuras a una ciudad y bloquear las comunicaciones por completo, lo que puede generar consecuencias económicas y de seguridad ciudadana para un país.

 

Colombia mantiene una de las cifras más altas de amenazas por ciberdelincuentes en América Latina; en esta vigencia se han registrado más de 5.400 millones de intentos de ataques; delito que ha diezmado los recursos financieros de miles de empresas; posteriormente la captación ilegal es utilizada para financiar acciones terroristas en distintos lugares del mundo. 

Es determinante que se respeten los Derechos Humanos en la lucha contra el terrorismo, de manera que se concreten las iniciativas que tiene la agencia de la ONU en combatir este problema en todas sus manifestaciones, haciendo un trabajo unificado con organismos de inteligencia, donde se fortalezcan las alianzas nacionales e internacionales que permitan intercambiar información relevante para proteger las redes de actos delincuenciales. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

REPARAR VENTANAS ROTAS EN CIUDADES INTERMEDIAS


Por Carlos Andrés Cotes Maya 

Publicado por Semanario La Calle

31 agosto 2020

 

Las ciudades intermedias de Colombia, persiguen el firme propósito de alcanzar un desarrollo territorial sostenible, con la ilusión de esparcir su crecimiento bajo los parámetros de la planificación urbana, contando con la armonización de los principios establecidos en la Ley 388 de 1997, mediante la adopción de los Planes de Ordenamiento Territorial; instrumentos básicos que tienen la plena disposición de promover la renovación urbana y el desarrollo integral de las comunidades, con la proyección de garantizar una mejor calidad de vida a sus habitantes.

 

Algunas ciudades vienen sufriendo una metamorfosis urbana como consecuencia de la mala planificación y/o por la falta de revisión y ajustes de los Planes de Ordenamiento Territorial, lo que ha conllevado a un crecimiento desordenado por los cambios inadecuados en el uso del suelo; presentando mayor evidencia en aglomeraciones que se registran en diferentes puntos estratégicos de las áreas céntricas, en la mala prestación de servicios de los sistemas integrados de transporte y en la deficiente cobertura de servicios públicos, entre otros.

 

En las urbes de la Región Caribe, los mayores impactos sociales son generados por los problemas de seguridad ciudadana, que provienen del resultado de la inestabilidad política que brotó del pasado, donde la violencia condujo al desplazamiento forzado de familias, a tal punto que ocasionó afectaciones a la salud pública en distintas ciudades del país; conflicto que confluyó con la formación de   reasentamientos poblacionales en los perímetros urbanos de los municipios.

 

Ahora, para entrar a analizar la relación existente entre el ordenamiento de un territorio y las conductas delincuenciales que rodean otras ciudades del mundo, he tomado como ejemplo un de caso de Nueva York; luego de presentarse una serie de comportamientos violentos y de convivencia ciudadana a finales de los años sesenta, surgió la teoría de las ventanas rotas, dirigida por el psicólogo Phillip Zimbardo; avanzaron la ideas, y después de más de 20 años fue desarrollado el estudio desde el punto de vista criminológico por los profesores James Wilson y George Kelling; sus resultados concluyeron que las ciudades que transmiten desorden, descontrol y signos de deterioro, presentan un mayor índice de inseguridad con alta intensidad y transgresión de la ley. 

 

El proceder de esta teoría se ha venido manifestado en distintas ciudades intermedias de la Región Caribe de Colombia a raíz de las consecuencias políticas fundadas por la crisis de gobernabilidad institucional que ha coartado los procesos de transformación territorial, clasificándose como indolentes al no llegar hasta el final con la ejecución de proyectos de impacto social. Lo que ha impulsado al atraso en el mejoramiento integral de los barrios, generando una crisis social, donde se irrespetan las normas de convivencia ciudadana y se reviven todo tipo de conductas amorales e inaceptables dentro de las sociedad.

 

Es el momento justo para reparar las ventanas rotas; en Valledupar necesitamos importantes estrategias para contener el hurto y el homicidio doloso. Es pertinente exigirle al mandatario local, requiera a los propietarios de los lotes enmontados, realizar constantes mantenimientos; a la Concesión de Alumbrado Público iluminar por completo la ciudad, atendiendo los lugares oscuros y en estado de abandono, de tal manera, que se conviertan los espacios residuales en sitios limpios. Por otro lado, es obligatorio combatir el microtráfico que rodea a las Instituciones Educativas, al igual que los parques y las zonas de recreación. 

 

El tiempo apremia para que los gobernantes retomen el control de las instituciones que gerencian, brindando las garantías necesarias a la población para mejorar la calidad de vida, y a su vez atender las necesidades básicas por barrios para crear comunidades dignas de convivir.

 

 

 

 

 

 

 

 

EL IMPERIO DE LAS ZONAS GRISES


Fecha: 2 de septiembre 2020

Publicado por Diario El Pilón

 

 

Expertos sociólogos nacionales, mediante publicación de ensayos, manifiestan  que problemas relacionados con la ausencia del Estado, la falta de políticas públicas y las disputas por el control territorial, entre otros; han sido durante los últimos sesenta años, algunos de los factores detonantes del conflicto armado en el país, protagonizados por grupos al margen de ley que permanecen en el tiempo liderando la industria de actividades ilícitas, utilizando distintas modalidades de violencia directa que afectan continuamente a la población civil. 


En Colombia se han fortalecido las llamadas “zonas grises”, definiendo su presencia geográfica entre los límites departamentales, y, en áreas fronterizas terrestres de los países vecinos; siendo franjas territoriales sin ley, que surgieron desde la década de los años noventa, ocupadas por grupos insurgentes. Su coloración gris, nace de la combinación entre el color blanco, representado por un territorio donde predomina la legalidad; y la tonalidad negra aludiendo a las circunstancias que emergen del conflicto armado interno.

 

Son muchos los negocios ilícitos que se llevan a cabo en estas áreas, que, al permanecer ausentes de Estado, funcionan a manera de “república independiente”, donde la protección de los derechos humanos está siendo amenazada por los delitos relacionados con el narcotráfico, minería ilegal, tráfico de armas, inmigración irregular, secuestros, entre otros; desencadenando un problema de seguridad nacional, impidiendo el libre desarrollo socioeconómico de las zonas afectadas.

 

Los cultivos ilícitos en Colombia alcanzaron una cifra de 154.000 hectáreas sembradas de coca en el año 2019; alcanzando un mayor aumento en Norte de Santander, en la zona del Catatumbo, cerca de los límites con el departamento del Cesar; con más de 41.000 hectáreas registradas. Es una zona gris que inicia su corredor de este a oeste, desde la frontera con Venezuela, traspasando cinco departamentos, y el río Magdalena, hasta llegar a la serranía del Darién en Panamá. 

 

Las disputas territoriales generan un alto índice de violencia entre estructuras organizadas; este 2020, ha dejado miles de familias desplazadas; flagelo que ha tomado fuerzas desde el inicio del confinamiento obligatorio originado por el Covid-19.

 

Pienso que es el momento oportuno para que el Gobierno se pellizque, y brinde todas las garantías necesarias, prevista en la Ley 1448 de 2011; con la puesta en marcha de rutas para entregar los componentes de asistencia humanitaria integral a las familias víctimas de desplazamiento.

 

Bajo mi punto de vista, se hace indispensable para la atención de las zonas grises, dar inicio a la construcción de gobernabilidad a través de líneas de acción unificadas, integrando actividades con entidades gubernamentales, no gubernamentales y del sector privado, apoyadas de operaciones militares, con el fin de lograr objetivos comunes, en búsqueda del restablecimiento del orden público armonizado con el desarrollo comunitario.

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